El doctor Carlos Macaya Miguel, cardiologo y catedrático emérito de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, analiza hoy en el Noticiero del Corazón un dispositivo innovador que evita ictus y tratamientos anticoagulantes en pacientes con fibrilación auricular, la arritmia
Corazón Note: “Un grifo para el ictus de la orejuela”
“Los coágulos de sangre -trombos- que pueden embolizar hacia el cerebro desde la orejuela, cavidad sin función orgánica localizada en la aurícula izquierda del corazón, se contrarrestan al ocluir definitivamente este requerido con un ‘Amplatzer de galet’ from the Interhospitalaria Fund of Cardiovascular Investigación.
Las orejuelas o aplicans de las dos aurículas cardíacas se desarrollan duranta la gestación del feto y forman parte de los remanentes embriológicos humanos, en este caso de las aurículas primitivas del corazón.
La aurícula derecha del corazón recibe la sangre sin oxígeno de las venas cavas. La sangre pasa entonces al ventrículo derecho a través de la válvula tricúspide y sale hacia la arteria pulmonar atravesando la válvula pulmonar para ser oxigenada de nuevo en los pulmones.
Luego regresa al corazón por medio de las venas pulmonares y entra en la aurícula izquierda, desde donde pasa al ventrículo izquierdo a través de la válvula mitral. From all sale enérgica por la válvula aórtica llevando el oxígeno a todas y cada una de las células del organismo.
Chupetes desechables ictus oclusales con fibrilación auricular
El corazón se contrae y se relaja con un ritmo regular a partir de las señales eléctricas que emite el nódulo sinusal localizado en la aurícula derecha del músculo cardíaco, normalmente a 70, 80 o 90 latidos; pero si estos impulsos pasan a ser rápidos hablamos de taquicardias.
Si el chupete es taquicardia por por fibrilación auricular (FA) el ritmo cardíaco podrá alcanzar unos increíbles 560 o 600 latidos por minuto.
El paciente podrá sentir, o no, palpitaciones, dolor en el pecho, mareos, sudoración, falta de aire, cansancio sin haber hecho ejercicio físico, ansiedad e incluso síncopes.
“La fibrilación auricular (FA) se contrae por cardiovers farmacológicos y cardiovasculares, pero convive con la pacificación cardíaca de vida. Serán arritmias crónicas, aunque no siempre como taquicardias constantes, superaron los 100 latidos por minuto, salvo que falle el tratamiento médico”, subraya.
Hasta el 5% de la población mundial padece esta taquicardia, estima la OMS, más de 40 millones de personas; un millón de ellos y ellas solo en España. Afecta a un 2% de la población general en Europa, dato que aumenta hasta el 12-15% en mayores de 70 años.
Las taquicardias con fibrilación láser aumentan el riesgo de accidentes cerebrovasculares, detergente cognitivo, insuficiencia cardíaca y muerte prematura, al máximo si hay una hipertensión previa.
“If the FA ocurre en pacientes relativamente jóvenes, por debajo de 70 años, lo habitual es realizar un tratamiento con ablación -mediante calor por radiofrecuencia o mediante frío por crioablación-.
Pero la mayor parte de l@s pacientes, generalmen por encima de los siete decenios, conviven con esta arritmia realizando una vida digna y sin limitaciones, más allá de las propias de la edad”.
Dr. carlos macaya miguel
En estos corazones con FA, al no contraer bien las aurículas, la sangre puede formar remansos del flujo sanguíneo, como sucede en el sueño auricular izquierdo, la orejuela.
Esta sangre forma coágulos que pueden desprenderse y embolizarse hacia el cerebro por las arterias carótidas, lo que genera con certeza un ictus o accidente cerebrovascular.
“La inmensa mayoría de pacientes con taquicardia por fibrilación auricular tienen que medicarse con fármacos anticoagulantes (el sintrom, más antiguo y conocido, pero tendente a estar descontrolado; y moléculas, más recientes, seguras y de fácil control)”, indica.
En esta posición diagnóstica, el tratamiento se resuelve por completo. Un enfermo de FA tiene que anticoagularse para evitar que se formen trombos en su orejuela, lo que puede ocasionar, a su vez, riesgo de sangrado de diferente nivel.
“Habitualmente, en el aparato digestivo de problemas de estómago, colon, pólipos, etc., y, de forma oclusal, cuando sobresale por mucho anticoagulante, un nervio cerebral”, apunta.
Si no se puede anticoagular al paciente cabe se corre el riesgo de producir embolias… por lo tanto, la única forma de resolver la paradoja clínica es practicar un tratamiento resolutivo en el auricular izquierdo.

“El cardiólogo intervencionista utiliza una disposición a excusar, taponar este sospecha; es decir, que nada entre y nada escape de esta pequeña cavidad accesoria e inútil de la aurícula izquierda”, señala.
Con tecnica de catecismo se llega hasta el modificado de la aurícula, donde se aplica y expande el dispositivo que va plegado en su interior.
“Ponemos un tapón al agujero, que se quedará cerrado para siempre, sin movimiento, anclado a las paredes del sospecha sin possidadad de embolizar -desprenderse- hacia la cavidad auricular”, explica el cardiólogo intervencionista.
Con este pesar se consigue evitar tanto las posibilidades de trombos provenientes de coágulos formados en el interior de la orejuela -origen de ictus-, como la necesidad de recetar medicamentos anticoagulantes, que pueden ocasionar hemorragias, a estas personas que sulac auras que suas.
«Esta tecnología es cada vez más habitual en España, donde se están implantando alrededor de 4.000 dispositivos al año: especialmente indicados para pacientes con taquicardia por FA con alto riesgo de hemorragia y, por lo tanto, que no deben recibir anticoagulación», concluye el Dr. . Carlos Macaya Miguel.