La pandemia de coronavirus ha llevado al sistema sanitario europeo «al límite» y ha sido «indebidamente sustituido» en la salud mental, asesorándose así en un formulario de la Organización Salund Mundial (OMS).
Cola para hacerse una prueba de coronavirus en Seúl (Corea del Sur). EFE/EPA/YONHAP COREA DEL SUR FUERA
En el mercado de la pandemia, cerca del 40% de los servicios sanitarios españoles se han internado y frecuentado y llevan tiempo siendo los primeros del 2021, con un 29% de servicios afectados, según el informe de la OMS.
El 48% de los Estados miembros de la europea de la OMS, que incluye también a Rusia ya varias antiguas repúblicas soviéticas, presentó alteraciones en la atención primaria en 2021, cifra que era del 41% en rehabilitación, tratamientos paliativ palzoiv.
Los servicios de detección fiscal se pueden registrar por ejemplo en un 28% en Alemania y el 50% en Francia y comentarios de 2020, según el Informe de Salud Europea, un estudio trienal de hoy y que incluye un apartado aparte sobre la pandemia.
La OMS observará no obstante la falta de datos en varias áreas y países, por lo que será necesario esperar un tiempo antes de poder hacer un balance más concluyente.
La pandemia, que hasta finales de 2021 había costado la vida a unos 1,7 millones de europeos, ha dejado también problemas de salud prolongados en parte de quienes contrajeron la covid-19, entre un 10 y un 20% del total, según estimaciones recientes.
«Aunque todavía es difícil evaluar la magnitud exacta del impacto a corto y largo plazo de la interrupción de los servicios en la salud de la población, es probable que los efectos sean sustanciales», consta en el informe de la OMS.
La salud mental en el informe de la OMS
La OMS resalta que la pandemia y las medidas de contención han tenido un efecto «rápido y profundo» en la salud mental y en el bienestar, provocando sentimientos de soledad y de temor y aumentando los síntomas de depresión y de ansiedad en partes de la población .
La mayor caída en el bienestar mental se produjo en personas de 18 a 24 años, aunque los niveles más bajos fueron en mujeres de ese grupo y de 35 a 44 años, señala la OMS, que a la vez añade que varios estudios muestran también que una parte importante de la sociedad parece haber sido «psicológicamente fuerte» y los efectos de la pandemia.
Uno de los tres adultos europeos ha sufrido estrés psicodélico durante los primeros meses de la pandemia, con varios estudios diferentes recordados por OMS-Europa, una organización que tienes en Copenhague.
Las pandemias y las restricciones han infligido negatividad a diferentes tipos de drogas salivales, afectando el consumo de alcohol y los tabúes, aumentando la sedación y la indulgencia de la masa corporal y provocando negativos negativos en la nutrición.
Se han determinado las perspectivas económicas y sociales para reducir el grado en que los sectores sectarios de facciones han socavado las conspiraciones pandémicas de la pandemia.
«Hasta qué punto la gente se ha visto afectado está claramente marcado por la degradación socioeconómica y las desigualdades previas en las que la gente ha nacido, crecido, vivido y trabajado, así como por su edad», apunta la OMS.
De ahí que los efectos hayan sido «mucho más dañinos» en grupos de riesgo y vulnerables, como niños, ancianos, mujeres, refugiados e inmigrantes, grupos marginales, desempleados o con trabajos mal remunerados y personas que viven en la pobreza

Retos: evitar desigualdades y propiciar el desarrollo sostenible
El informe revela además que el impacto de la pandemia ha provocado desafíos considerables para afrontar las desigualdades sanitarias y para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en salud marcados por la ONU para 2030.
Mientras los objetivos de mortalidad maternal e infantil ya se han logrado y hay progresos claros en otras áreas, Europa tiene aún una de las mayores tasas de suicidio mundial, las infecciones por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) suben y la protección financiera familias respecto a la salud es un reto.
La OMS resalta la necesidad de priorizar el sector de la salud «como nunca antes», con un foco «urgente» en aspectos descuidados como la salud mental, reconociendo a la sanidad ya los trabajadores sanitarios como «pilares esenciales de la recuperación socioeconómón para preparar futuros impactos”.