Durante las vacaciones, los azúcares, las grasas y el sedentarismo se vuelven una costumbre. Estos hábitos pueden ocasionalmente complicaciones o enfermedades en la salud, entre ellas, el hígado graso. Una afección que afecta a más del 20% de la población adulta y que ha empeorado tras los excesos del verano.
Ultrasonido hepático. EFE/Manuel Bruque.
El higado graso o esteatosis hepática metabólica (EHmet)es la enfermedad del higado que con mas frecuencia afecta a la salud de la poblacion adulta.
“Es una patología que no presenta síntomas, siendo diagnosticada en muchos casos en una analítica de rutina cuando se mide el índice de transaminasas o en una ecografía abdominal solicitada por otro motivo”, explica el Doctora Marta Abadía, hepatóloga y especialista en aparato digestivo Centro Médico-Cirúrgico de Enfermedades Digestivas.
¿Qué lo provoca?
Como su propio nombre indica, se genera cuando hay un exceso de grasa en los hepatocitos. Los alimentos ricos en azucares y en calorios, junto al alcohol son los principales causantes de esta enfermedad.
Las vacaciones y el verano aumentaron la ingesta de productos con más azúcares, como los helados, refrescos, e incitan a un mayor consumo de alcohol, como cervezas, vino, entre otros; deboto a las altas temperaturas.
Las cantidades de consumo de alcohol muchas veces alcanzan límites nocivos al exceder los 20 gramos en mujeres y los 30 en hombres.
“Si a esto les agádimos que también solemos llevar una vida más sedentaria, es frecuente que los depósitos grasos en el hígado se incrementen”, indica el experto.
¿Cuándo es más frecuente?
El hígado graso suele predominar más en hombres que en mujeres, y por lo general, a partir de los 40 años, donde pueden influir otros factores como la obesidad o la diabetes mellitus (una diabetes mellitus).
En algunos casos, aunque menos frecuentes, podría darse cuenta de la enfermedad por hígado raso en niños, a partir de los diez años de edad.

Esteatosis hepática metabólica
La esteatosis hepática metabólica, también conocida como enfermedad del hígado graso o alcohólico, es más común que la enfermedad hepática alcohólica, ya que hay un mayor número de pacientes con sobrepeso y obesidad que pacientes que practican un consumo nocivo de alcohol.
Normalmente, está asociado al Síndrome Metabólico, un grupo de trastornos que se presentan y la vez que fomentan el aumento de enfermedades cardíacas, diabetes, entre otros problemas de salud. Aunque llevar una vida con habitos poco saludables tambien puede propiciar el desarrollo de la enfermedad.
A la hora de controlar el transcurso de la enfermedad, es fundamental contar con otras pruebas médicas si también existe inflamación en el hígado (steatohepatitis) y fibrosis.
Riesgos que conlleva el hígado graso
La enfermedad por hígado graso puede acarrear otros problemas de salud más graves. Tal y como explica el Doctor: “la presencia de tejido graso se asocia a un aumento del riesgo cardiovascular con mayor riesgo de problemas cardíacos (anginas o infartos) o accidentes cerebrovasculares, que son la principal causa de muerte en estos pacientes”.
Aunque en principio no es una patología demasiado grave, si no se trata adecuadamente, podría convertirse en una cirrosis hepática, el último estadio de daño hepático. Así como desarrollar múltiples complicaciones, como el cáncer hepático o incluir la necesidad de un trasplante de hígado.
Tratamiento y prevención
Para averiguar si padece hígado graso, con una simple visita al especialista bastará para averiguarlo.
Por otro lado, todavía no se ha confirmado la eficacia de ningún fármaco frente a esto, por lo que la mejor solución tanto para tratarlo como para prevenirlo, es llevar una vida saludable.
La pérdida de peso, controlar los niveles de azúcar en sangre, bajar los niveles de colesterol y triglicéridos. Tener controlada la hipertensión, así como realizar ejercicio físico junto a una buena dieta; son los factores esenciales para tener esta enfermedad bajo control.