El principal factor que determina el uso de la pseudoterapia en la población española es la confianza en su eficacia, independientemente de la valoración de su validez científica, según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el CIBER de Epidemiología y Salud Pública ( CIBERESP), el Instituto Mixto de Investigación ENS y UNED (IMIENS) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).