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¿Por qué no es bueno frotarse los ojos? Conoce los riesgos

Frotar los ojos, un gesto que muchas personas hacen de manera inconsciente pero que puede conllevar riesgos como derrames oculares, lesiones o problemas estéticos.

Frotar los ojos es uno de los actos reflejos que muchas personas realizan y que repiten de manera inconsciente una multitud de veces a lo largo de la vida. Y aunque puede parecer una costumbre «inofensiva», implica ciertos riesgos para la salud de nuestros ojos.

¿Por qué nos frotamos los ojos?

A modo general, frotarse los ojos proporcia un alivio transitorio ante ciertas molestias.

Los expertos de la clinica baviera Señalan algunas de las causas mas comunes de este gesto:

  • ojo secodebido a la falta de lubricación natural.
  • Molestia por el uso excesivo de pantallas.
  • sensacion de picor que aparece con alergias distintas.

Por su parte, el doctor Pedro Arriola Villalobos, oftalmólogo y miembro de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO)además de citar el picor como uno de los motivos principales por el que nos rascamos, señala también que hay gente que lo tiene interiorizado como costumbre o bien porque sufrirán algún trastorno que favorece esta acción.

«Puede ser el caso de pacientes con retrasos psicomotores, con síndrome de Down o con trastronos obsesivos. Estos tienden a hacerlo de forma inadvertida, a veces incluso por la noche mientras duermen”, explica.

¿Qué problemas puede generar?

Cuando nos frotamos los ojos los hacemos con las manos, los dedos o incluye los knuckles, convirtiendo en una vía de transmisión de posibles agentes infecciosos; y este uno de los principales riesgos.

Además, podemos dañar la córnea y provocar lesiones en la superficie.

De acuerdo con él doctor Fernando Llovet, oftalmólogo y cofundador de Clínica Bavieranuestros ojos pueden sufrir distintos problemas a los que hay que prestar especial atención:

  • Derrames oculares. Una de las consecuencias más comunes cuando nos llevamos las manos a los ojos y nos los frotamos es la rotura de algunos de los capilares que irrigan el tejido, provocando una enrojecimiento de la esclerótica (la parte blanca del ojo). Incluso se puede llegar a producir un derrame ocular.
  • lesiones en la superficie del ojo. Podemos dañar la superficie del ojo y nuestra córnea al ejercer presión sobre él.
  • Infecciones como conjuntivitis y queratitis.. Los gérmenes que se encuentran en nuestras manos pueden provocar una infección en nuestros ojos, puesto que se trata de una zona muy delicada.
  • Problemas estéticos. La presión que se ejerce sobre los párpados y las zonas cercanas al ojo puede derivar en la aparición de arrugas perioculares.
  • queratocono. Es una deformación de la superficie ocular, y en concreto, de la córnea, que puede producirse por un roce excesivo.
EFE/JMARAGÓN

De hecho, el experto de la SEO indica que frotarnos los ojos va a liberar más histaminaque es la molecula implicada en la produccion del picor y por lo tanto, va a ser contraproducente, ya que lo que hacemos es producir todavia mas picor.

“Y en pacientes con glaucomauna enfermedad ocular bastante prevalente y la segunda causa de ceguera irreversible en nuestro país, al aumentar la presión intraocular cuando frotamos nuestros ojos, se puede producir un empeoramiento de la patología”.

En esta misma linea, subrayar que en pacientes que sufren algun problema visual es todava mas peligroso.

«In pacientes con myopía, las retinas son más atróficas y debiles, y cualquier traumatismo que hagamos sobre el ojo de forma repetida puede aumentar el risego de enfermedades en la retina, como hemorrhages o lesiones periféricos con risego de desprendimiento de retina», aclara .

¿Cómo podemos evitar estos riesgos?

El doctor Arriola recomienda ciertas llaves que debemos tener en cuenta para evitar que nuestros ojos sufran:

  • Si es por picor o escozor, emplear una lagrimas artificiales o un antihistamínico colirio reducirá el malestar.
  • Si es por costumbre, es necesario desprenderse de ella Avisar a nuestro entorno más cercano puede ayudarnos a estar alerta.
  • Acudir al oftalmólogo para que realice un diagnóstico del caso específico y administre un tratamiento.

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