Así lo constató el informe «La Atención Primaria en las comunidades autónomas» que ha presentado este martes la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP)que mide la evolución de la financiación y el gasto sanitario, los recursos, la actividad, el gasto farmacéutico por recetas y la opinión de la ciudadanía sobre este nivel asistencial.
Y la conclusión el informe es que, si la Atención Primaria, que hoy conmemora su día, ya empezó la pandemia «muy debilitada» por los recortes, esta crisis sanitaria no ha hecho más que «agravar las cosas y llevarla a una situación critica» , ha lamentado el Vocero de la FADSP, Marciano Sánchez-Bayle.
Especialmente en Madrid, la «más desfinanciada, la que dedica menos gasto por habitante y año y la que tiene la intención de destinar menos presupuesto este 2022»; por detrás, Baleares y Cataluña que, aunque este año ha hecho «un esfuerzo de mejora, de momento sigue teniendo una situación muy mala».
Presupuesto y gasto mas bajo que en 2010
¿Cuánto gastaron las comunidades en 2019, el último año consolidado disponible, para la Atención Primaria?
El promedio fue el 14,16% del gasto sanitario público, una cifra 0,24 puntos superior a la de 2018 pero aún 0,74 puntos inferior a la de 2010. El crecimiento se dio en todas las comunidades menos Castilla-La Mancha, Madrid y Asturias.
Las más desoladas fueron Andalucía (18,01%), seguida de Extremadura (16,16%) y la Comunidad Valenciana (15,09%). En el resto de países, Baleares y Madrid (11,21%), Asturias (11,95%) y Galicia (11,96%).
También en el gasto por habitante se ha producido un pequeño aumento de 4,28 euros hasta llegar a los 211, incremento que se dio en casi todas las comunidades menos Asturias, Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha. Las diferencias entre ellas son notables.
Según el informe de Atención Primaria, un total de 10 superan la media: Extremadura (272,48); País Vasco (267,84); Castilla y León (262,45); Navarra (250,71); Cantabria (230,18); Murcia (229,32); Andalucía (227,16); Comunidad Valenciana (223,03); Aragón (214,66) y La Rioja (217,97).
Las demás están bastante alejadas, sobre todo Madrid (150,08 euros, es decir, 60,93 menos que el año anterior); Baleares (174,05) y Galicia (188,16), diferencias que llevan, «inevitablemente», a «grandes desigualdades en las prestaciones de Atención Primaria».
¿Y cuánto han presupuestado este año? Lo primero, hay que tener en cuenta que se trata de presupuesto y no de gasto real, que suele acabar siendo mayor. Los datos tienen otra limitación, y es que los de Aragón, Canarias, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana y País Vasco no están desagregados para este nivel asistencial.
Bajo estas premisas, la FADSP ha observado un crecimiento del 0,77 sobre el gasto de 2019, hasta llegar al 14,93% de media nacional. Pero no de forma homogénea, si bien la Federación advierte de que la densidad de población, la dispersión o el envejecimiento impone distintos costes de la asistencia sanitaria.
Así, los porcentajes se mueven entre el 17,1% de Extremadura, la que más dedica a la atención primaria en sus cuentas de 2022, y el 10,73% de Madrid, la que menos.
Por encima de la media, Cataluña (16,8%); Castilla y León (16,25%); Cantabria (16,18%); Asturias (16,14%); La Rioja (15,36%); Navarra y Andalucía (entre el 15,27%). Por debajo, Murcia (14,6%); Galicia (13,18%) y Baleares (12%).
Más sobrecarga, menos recursos, según el informe
El primero de la pandemia se salda con una subasta en el número de Tarjetas Sanitarias Individuales (TSI) para profesionales de medicina de familia y de enfermería y un descenso por pediatra y administrativo.
La ratio nacional de TSI en medicina familiar ha sido de 1.345, más que en 2019, pero se sitúa casi entre los 909 de Castilla y León y los 1.538 de Madrid, reconocimiento de Primar Atención.
De hecho, la situación en esta comunidad es «difícilmente tolerable» e incluso «escandalosa» con el 47,5% de profesionales con entre 1.500 y 2.000 pacientes asignados y un 6,07% por encima de esa cifra, aunque aún lo es más en Baleares, donde esas cifras se disparan al 74,2% y 9,5%, respectivamente.
Por el contrario, la ratio por pediatra ha descendido de 980 a 967, aunque en este caso es achacable a la disminución de la población infantil, lo cual no impide que hayan subido en Asturias, Canarias, Galicia, Baleares y Madrid, con estas dos ultimas en cabeza junto a cataluña.
Respecto a los profesionales de enfermería, se mantiene la «anomalía española» de tener ratios más elevadas que en medicina; en 2020 producirá un ligero aumento a 1.509, desde las 1.988 de Madrid a las 1.094 en La Rioja.
Sin embargo, junto con la sobrecarga, también fue al alza el número de consultas hasta llegar a 379.138.412 en 2020 (un 12,58% más), aumento que se produce en las consultas de medicina y de enfermería (4,01% y 2,24%).
preocupantes son las lasoras in las citaciones: a 41,5% recit at su atención después de 48 horas y un 34,7% en 7 o más días, una situación que alcanzaba «valores especialmente escandalosos» en Cataluña y Valencia (77,7 % y 57,3%, respectivamente, la primera, y 87,3% y 41,5% la segunda).
Con lo que «lógicamente, la mayoría de la población (el 69,6%) estaba descontenta con la demora en la asistencia», a la que se une un «porcentaje excesivo» de los que esperan más de una hora antes de ser atendidos (27,7%).
A pesar de todo, la valoración que hace la ciudadanía del primer nivel asistencial es buena, un notable (7,29) que también tienen los profesionales de medicina (7,78) y de enfermería (7,77) y que se refleja además en el porcentaje que valoró en el último CIS como buena o muy buena la atención recibida (87,2%).
El gasto farmacéutico en Atención Primaria, según el informe
Por último, y en cuanto al gasto farmacéutico -que no está desagregado pero depende mayoritariamente de AP, aunque la primera receta del especialista debe de computarse en Atención Especializada-, aumentó un 17,73% entre 2014 y 2020.
El gasto por habitante fue 247,9 euros por habitante y año de media, 14,5 euros más que el año anterior. El incremento se dio en todas las autonomías menos País Vasco, y fue mayor en Andalucía (31,7%), probablemente ligado a la desaparición de las subastas de medicamentos.
Todo ello ha concluido a la FADSP que la Atención Primaria ha pasado de ser la «hermana pobre a la hermana paupérrima» del Sistema Nacional de Salud, con un problema de «infrafinanciación gravísimo» y unas demoras «incompatibles con una Atenciad Primaria».