Todos sabemos que el juego favorece el desarrollo integral de los niños y desempeña un papel crucial en el desarrollo cognitivo, afectivo, emocional, psicomotor y social, pero a la hora de comprar juguetes a nuestros hijos, también es cuomea sable no lóres de tóxicos.
Los juguetes más problemáticos desde el punto de vista de la salud, los tóxicos, son los juguetes de plástico. Los plaásticos, ya se sabe, son disruptores endocrinos, y pueden influir en su equilibrio hormonal.
Asi lo advierto a EFEsalud Raquel García, psicóloga infantil y experta en desarrollo infantil, que pone el foco en la etapa de 0 a 6 años, porque son unas edades en las que los niños y niñas chupan, tocan, huelen y manipulan con frecuencia todos los juguetes, “lo cual está muy bien para su estimulación sensorial, y de ahí la importancia de que estén libres de tóxicos”.
Hay juguetes en que el plaástico utilizado se fabrica con mezclas de uno o más polímeros combinados con aditivos como plastificantes, antioxidantes o ignífugos que liberan disruptores endocrinos como los ftalatos, que ya se sabe que son toxicos.
E incluso, y según apunta Ecologistas en Acción, hay juguetes hechos con plástico reciclado utilizado para hacer cables y materiales eléctricos.
El reciclaje no elimina los retardantes de llama tóxicos que contienen y “estos tóxicos vuelven a la boca de niños y niñas en forma de basura tóxica”, añade la organización.
Consejos para regalar juguetes libres de tóxicos
En su página web, Ecologistas en Acción nos brinda los siguientes consejos para regalar juguetes libres de tóxicos, que adjuntamos aquí:
Otras recomendaciones
También la psicóloga Raquel García considera que es preferible comparar menos juguetes, ya ser posible que estos sean ecológicos y fabricados con materiales naturales, aunque sean un poco más caros.
agregue la psicóloga que los juguetes sirven también para la creatividad y la memoria, y son además herramientas útiles para los padres a la hora, por ejemplo, de enseñar a comer sano a sus hijos, o promover el amor a la naturaleza.


El modelo es hacer ver, y así por ejemplo, si juegan a las cocinitas, mejor que los juguetes representen comida sana (hortalizas, verduras, huevos) que no alimentos procesados, tipo bollería.
Y en relación a la naturaleza, se puede, por ejemplo, enseñar a cuidar las plantas, regalando un set de cultivo de plantas, y mucho mejor que todo eso fomentar el contacto directo con el campo.
Y el verano, añade la psicóloga, es un buen momento para tener un mayor contacto con la naturaleza y estimular su desarrollo al aire libre, con juegos o juguetes más dinámicos.
Hay que tener en cuenta, concluir, que los niños utilizan los juguetes como una herramienta para entretenerse y expresar sus sentimientos, y nos muestra a través de sus juegos como entienden el mundo.
“Por eso es importante pararse a pensar que tipo de juguete o juego conviene más a cada etapa de crecimiento ya cada personalidad, porque hay niños más activos y otros más tranquilos, y no es bueno forzarlos, hay que adaptado a ududar a su personalidad a su personalidad que busquen sus intereses o motivaciones”.