Uno de cada cinco médicos que atienden a adolescentes con obesidade no se sienten cómodos cuando hablan sobre el sobrepeso con sus pacientes, revela un estudio de Action Teens presentado en la conferencia internacional Obesity Week en San Diego (California)
Infografía facilitada por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO-SEO)
El investigador mexicano Ricardo Reynoso Mendoza, coautor del estudio internacional, dijo a Efe que el 18% de 2.400 médicos encuestados en 10 países, entre ellos México, Colombia y España, dijo que no se sentía cómodo hablando de sobrepeso y obesidad con pacientes adolescentes obesos.
Esta actitud redundaría en «menos diagnósticos y menos programación de consultas de seguimiento», valoró el experto.
El hallazgo forma parte de un análisis del estudio transversal, impulsado por el laboratorio Novo Nordisk, para identificar comportamientos, percepciones y barreras para el cuidado efectivo de la enfermedad, que también involucró a adolescentes obesos y sus padres o tutores.
La obesidad y los adolescentes obesos, un tema tabú
Reynoso Mendoza explicó que entre este grupo de profesionales que dijeron no sentirse cómodos hablando del tema, existe la percepción de que la obesidad y el sobrepeso son un tema tabú.

«Hay esta sensación de que el paciente se va a sentir ofendido si habla del tema del sobrepeso», agregó.
A esto se suma que alrededor del 10 % de los profesionales de la salud encuestados no perciben la obesidad como una enfermedad.
Ese porcentaje también considera que la obesidad no genera grandes riesgos en la salud de los pacientes, indicó a Efe la endocrinóloga Nayeli Garibay, quien lidera el equipo que analiza los datos del estudio en México.
La encuesta identificó que el 87% de los profesionales de la salud encuestados, incluidos médicos de atención primaria, pediatras y especialistas, no recibieron capacitación avanzada sobre cómo manejar el tema de la obesidad después de concluir sus estudios en la facultad de medicina.
A esto se suma que uno de cada tres padres o cuidadores no identificó la obesidade en su hijo, y casi la mitad (49 %) de los padres encuestados de adolescentes obesos cree que la salud de sus hijos es buena o excelente.
Garibay considera que la información recabada muestra que los adolescentes con obesidad “no están recibiendo el apoyo que necesitan”.
La encuesta, primera en su tipo, también reveló que los médicos que no se sienten cómodos hablando del tema tienen una fuerte percepción de que los adolescentes con obesidad “no están interesados en abordar este tema”.
Pacientes ávidos de información
No obstante, las respuestas de más de 5,000 adolescentes obesos entre 12 y 17 años mostraron que hay una gran candidad de pacientes «ávidos» de que alguien les ofreció ayuda sobre cómo controlar su peso, destaca Reynoso Mendoza, director de asuntos médicos de Novo Nordisk .
El 72 % de los adolescentes encuestados estaban preocupados por su peso, y el 85 % son conscientes de que el sobrepeso afectará su salud en un futuro. Pero solo el 31% sintió que podía hablar honestamente sobre su peso con su médico.
El 15% de los adolescentes encuestados dice que su fuente más importante de obesidad es un médico. En las adolescentes el porcentaje baja a 14% en general.
La cifra se reduce al 11% cuando se analizan las respuestas de los jóvenes de entre 16 y 17 años, destacó el endocrinólogo pediátrico Martín Toro, parte del equipo de investigación.
El estudio, realizado en Australia, Colombia, Italia, México, Arabia Saudita, Corea del Sur, España, Taiwán, Turquía y Reino Unido, identificó que las redes sociales y plataformas sociales como YouTube se han convertido en la fuente de información sobre cómo luchar con sobrepeso en los adolescentes, que sufren esta enfermedad.
En general, casi dos tercios (62 %) de los encuestados dijeron que recurren a las redes sociales (28 %) y YouTube (34 %) para obtener información sobre cómo perder dinero.
Para Reynoso Mendoza el uso de redes sociales y plataformas como Youtube por parte de adolescentes con obesidad es «preocupante» porque no existe «un filtro de verificación» sobre la información sobre obesidad que se obtiene por estos medios.
“La comunidad científica y los médicos debemos comenzar a usar esos medios para informar con datos científicos sobre la obesidad”, agregó el experto.
Por su parte, Garibay opinó que desde todos los estratos, incluida la comunidad médica y los gobiernos se desarrollaron más iniciativas para capacitar a profesionales de la salud, y la comunidad sobre la obesidad como una enfermedad y se favorezcan entornos más saludables. «Hay mucho por hacer», concluyó.