Las enfermedades infecciosas también están asociadas a las llamadas biopelículas. Hablamos concretamente de las infecciones que, a veces, se producen por los dispositivos que se implantan a los pacientes y que representan un problema para la salud.
Se calcula que las tasas de infección son de aproximadamente 2% para las prótesis articulares y los implantes mamarios; un 4% para las válvulas cardíacas mecánicas, los marcapasos y los desfibriladores; 10% para derivaciones ventriculares y 40-60% para dispositivos de asistencia ventricular.
Así nos cuentan los investigadores Miguel Ángel Goenaga, del Hospital Donostia, y José Luis del Pozo, de la Clínica Universidad de Navarraen un artículo publicado en el libro «Enfermedades Infecciosas en 2050», editado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Por el interés y el alcance de las enfermedades infecciosas, EFEsalud recoge cinco capítulos de este trabajo, que van desde las Nuevas amenazas por virus de origen zoonósico; pasando por la Malaria y otras enfermedades infecciosas trasmitidas por artrópodos; los Riesgos relacionados con el bioterrorismo; Fiebres hemorrágicas virales; y finalmente las infecciones asociadas a la formación de biopelículas.
Las enfermedades infecciosas que causan las biopelículas
La mayoría de bacterias y hongos son capaces de agruparse tanto en la naturaleza como en el ser humano, formando comunidades microbianas denominadas biopelículas.
En su interior los microorganismos están protegidos del sistema inmunológico del paciente, así como de la acción de los antibióticos y antisépticos.
Las biopelículas pueden ocasionar tres tipos de enfermedades: 1) infecciones asociadas a dispositivos médicos implantables; 2) infecciones crónicas o asociadas a dispositivos médicos; y 3) enfermedades relacionadas con la disfunción de los dispositivos.
“La carga de estas infecciones es enorme, representando un importante problema de salud”, dicen sus autores.
Y explican que el uso de dispositivos biomédicos implantables se ha convertido en una parte integral de la medicina moderna.
“En los últimos años hemos asistido a un aumento exponencial del número de pacientes a los que se les ha implantado un dispositivo favorecido por el envejecimiento de la población y el desarrollo tecnológico”.
Pero la colocación de estos dispositivos lleva asociado un riesgo inherente de infección con formación de biopelículas en su superficie.
Así, detalla que los microorganismos asociados a los biofilms provocan hasta el 70% de las infecciones en nuestro medio:
Endocarditis, osteomielitis, sinusitis, infecciones del tracto urinario, prostatitis, infecciones pulmonares crónicas en pacientes con fibrosis quística, úlceras y heridas crónicas, otitis media crónica, sinusitis crónica, caries dental, periodontitis, infecciones del tracto biliar y muchas otras infecciones relacionadas con la asistencia sanitario, especialmente con los dispositivos biomédicos implantables.
Se calcula que las tasas de infección son de aproximadamente 2% para las prótesis articulares y los implantes mamarios; 4% para válvulas cardíacas mecánicas, marcapasos y desfibriladores, 10% para cables ventriculares y 40-60% para dispositivos de asistencia ventricular.
Consideren a los investigadores que estas dolencias infecciosas asociadas a las biopelículas «son una catástrofe para el paciente, comproten su calidad de vida, pueden ser mortales, a mendo require la retirada o el recambio del dispositivo y suponen un sobrecoste importante».
Según un informe del Ministerio de Sanidad sobre los costes hospitalarios de los procesos obstétricos/quirúrgicos más frecuentes en el Sistema Nacional de Salud (SNS), la substitución con protesis ocupa el segundo lugar (la atención al parto ocupa el primero).
En concreto, en 2017 se realizaron 42.558 intervenciones de prótesis de rodilla con una estancia hospitalaria media de 5,44 días y un coste de 7.840 euros por prótesis.
Destello enfermedades infecciosas asociadas a las biopelículas son muy resistentes a la acción de los antibióticos y, a menudo, conduce a tratamientos prolongados oa medidas extremas, como la retirada y sustitución de los dispositivos infectados.
El tratamiento antimicrobiano puede suprimir los síntomas de la infección al eliminar los microorganismos que se desprenden de la población adherida, «pero con frecuencia -señalan los dos autores del artículo- no sigue erradicar los microorganismos que siguen incrustados en la biopelícula».
Y explican que cuando se suspende el tratamiento antimicrobiano, la biopelícula puede actuar como reservorio ocasionalmente la reaparición de los síntomas de infección y es obvio que se necesitan nuevas opciones terapéuticas para controlar estas infecciones.
Propuestas y acciones
Con estos datos en la mano, los autores del citado artículo publicado por la SEIMC proponen, entre otras acciones, el diseño de superficies de implantes con propiedades antiadherentes, incluyendo la posibilidad de liberación localmente controlada de fármacos.
La modulación de las vías de señalización molecular en el interior del biofilm podría ser un nuevo método para prevenir su formación: «Esto necesitaria de una comprensión muy exhaustiva de las biopelículas a nivel genético y molecular».
También defienden la actividad de sustancias alternativas a los antibioticos.
Otras medidas apuntan a la creación de un registro de dispositivos implantables en nuestros hospitales y otro de complicaciones infecciosas relacionadas convirtiéndolos en un requisite de calidad asistencial.
También mejorar la prevención de las infecciones relacionadas con los dispositivos médicos implantables a nivel de la industria que fabrica los dispositivos (diseño de mejores biomateriales con menor riesgo de infección asociada).
Y promocionar las pruebas de diagnostico microbiológico de estas enfermedades infecciosas asociadas a biopelículas, para evitar tratamientos necesarios necesarios y dirigir mejor los indicados; y finalmente promotor y facilitador de la investigacion basica sobre biopelículas para poder diseñar estrategias terapéuticas más eficaces.