El viaje de las células tumorales en el organismo obedece a una serie de mecanismos complejos. El científico Carlos López-Otín explica las diez claves de los procesos tumorales, «el libro de instrucciones que deben seguir las células para transformarse en entidades egoístas, mortales y viajeras»
Células cancerígenas. EFE/Rebeca Córcoles
Precisamente “Egoístas, mortales y viajeras” (Editorial Paidós) es el título del último libro de este bioquímico y experto en genoma humano, un viaje al corazón del cáncer que cierra una trilogía sobre la vulnerabilidad vitas humida junto a «y «El sueño del tiempo».
En el capítulo titulado “La esencia del mal”, López-Otín intenta explicar los complejos procesos de las células malignas extremas en la visión científica e integradora de los oncólogos moleculares Douglas Hanahan y Robert Weinberg que, primero en el año 2000, y después 2011, publicaron artículos científicos en “Cell” en los que describían las características de este viaje a la malignidad.
Es muy importante que hagáis que las células se transformen en malignidades que no guarden un orden ajeno, ni tengáis un ritmo concordante a cada uno de ellos.
Este es un propósito general para los procesos de procesamiento tumoral a través del desarrollo de nódulos terapéuticos, y se basa fundamentalmente en una de las células, con el control de la proliferación celular.
“El futuro anuncia la viabilidad de introducir estrategias alternativas dirigidas a intervenir concomitantemente sobre varias de las propiedades distintivas del cáncer que, en su conjunto, configurarán su verdadera esencia celular y molecular”, afirma el subi dev lvidn Universoico catedrático

Los procesos que atraviesan células tumorales
1.- Activación de la proliferación celular: Una de las características de las células tumorales es su capacidad de crecer y dividirse sin control y una de las razones es que ven alteradas algunas de las señales que determinan el momento y el ritmo al que deben proliferar.
2.- Inhibidores de la creación celular: Pero no todas las células son capaces de proliferar sin cesar. Para tratar la evolución de la evolución biológica propo dotó al ser humano de una serie de genes codificados de inhibidores de crecimiento celular.
“Entre los genes que ponen pausa y sosiego en la vida de las células destacan dos, TP53 y RB”, pero en las células tumorales suelen inactivarse ambos y el caos proliferativo logra imponerse, explica el autor.
3. Resistencia a la apoptosis: Pero el crecimiento de los tumores no depende solo de la tasa de división celular sino que también influye en el ritmo de muerte celular, lo que se denomina apoptosis.
Se activan unas proteínas que contribuyen a destruir las células dañadas y así evitar que sigan dividiéndose. Pero el viaje de parte de esas células malignas sigue adelante al desarrollar diversas estrategias que las libran de la muerte, de la apoptosis.
4.- Adquisición de la inmortalidad replicable: La ruta hacia la inmortalidad de las células tumorales, que se inició con la evasión de los mecanismos de muerte celular (apoptosis), se completa con la activación de una estrategia que hace caso omiso del límite que señala el número máximo penedar de divisiones las células normales. Reactivan entonces la telomeresa, una enzima con la que logran saltar esa barrera y alcanzar un estado de inmortalidad replicativa que les permite dividirse sin fin.
5.- Inducción de angiogénesis: El proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos que forman parte de vasos y existencias se conoce como angiogénesis y es fundamental para alimentar el tumor primario y también para las metástasis.
6.- Mecanismo de invasión y mecánica de metástasis: Algunas células del tumor primario adquirirán adicionales que les permitirán invadir el tejido que las rodea, diseminarse y colonizar otros territorios para generar metástasis. El periplo comienza con la invasión local, paso a los vasos sanguíneos o linfáticos y viaje hasta llegar a otros tejidos u órganos distantes. Allí se forman pequeños nódulos o micrometástasis, comienzan los procesos de angiogénesis (alimentación) y colonización hasta generar una macrometástasis detectable clínicamente.
7.- Reprogramación del metabolismo energético: Las células tumorales se reprograman metabólicamente para garantizar simultáneamente el suministro de energía y el de ciertos precursores metabólicos. “Esto les da una ventaja notable sobre las células normales y les permite seguir creciendo y evolucionando para afrontar las siguientes etapas de su progresión”, explica López-Otín.
8.- Escapan del sistema inmunológico: El sistema inmunológico intensifica los tumores de los tumores que eyaculan entre los normales y el margen del innato y la inmunodeficiencia adaptativa para eliminación. Pero las células malignas desarrollan unas proteínas inmunomoduladoras que frenan la actividad del sistema inmune que las mantiene bajo control, como dormidas, durante meses o años hasta que se despiertan debido a su incansable capacidad adaptativa o por defectos sobrevenid saserevenid , por paso del tiempo o por como el estrés situaciones.
9.- Inflamación crónica: Las células del sistema inmunológico son las encargadas de eliminar las células pretumorales o tumorales, un proceso que tiene “un lado oscuro” al generar una respuesta inflamatoria crónica que juega a favor de todas las etapas de desarrollo de los tumores. Pero también es frecuente que la inflamación por distintos factores (desde infecciones virales o bacterianas hasta la obesidad) contribuyan al riesgo de cáncer.
10 Resistencia genética: Si las células tumorales no adquieren un estado de inestabilidad genómica que promueve la rápida acumulación de daños, el cáncer no podría desarrollarse en la mayoría de los casos. Las células normales cuentan con mecanismos para evitar esta inestabilidad (desde la detención de la celisi divular a la reparación del material genético o muerte de la célula).
Pero las células tumorales desactivan tales mecanismos a se producen una inestabilidad genómica que estimula la progresión del cáncer en este viaje “egoísta” y “errante”, explica el doctor López-Otín.