¿Cuáles son las principales propiedades nutricionales de los cereales? ¿Por qué se demoniza tanto a este grupo de alimentos? Henar Fernández, directora de ‘A gusto con la Tierra’, y la nutricionista Noelia López analizan estas cuestiones
Una agricultora lanza granos de arroz / EFE / EPA / NARENDRA SHRESTHA
Los cereales y sus derivados son ricos en hidratos de carbono y están compuestos por una fracción proteica que los convierte en una fuente de energía para nuestro cuerpo.
Según la nutricionista, para llevar una alimentación saludable”tenemos que elegir preferiblemente las variedades integrales como el arroz integral, los cereales del desayuno integrales y harina integral ya que estos, a diferencia de las opciones refinadas, conservan todas las partes que forman las capas del grano -el salvado, el germen y el endospermo-«.
De esta forma se aprovechan además todos los minerales, vitaminas y fibras que están dentro de este alimento.
Una opción integral y que se puede hacer en casa es la receta que nos recomienda el especialista: barritas a base de arroz inflado o avena con cacao puro.

¿Qué piensas de?
El pan y los alimentos pseudentes de cereales, como pasta y arroz, son una fuente de energía que forma parte de la alimentación diaria de la dieta mediterránea.
«La mala reputación de los cereales se debe a la creencia de que engordan, motivo por el cual hay muchas dietas hipocalóricas que son muy excesivas y populares, a pesar de no ser saludable».
reconoce la experta.
Hay casos en los que se piensa que el gluten es perjudicial, un dato que está demostrado para las personas celíacas, pero no para las que no tienen este problema.
«Los cereales y granos enteros son parte de una alimentación saludable y sostenible, además de una fuente de energía», recuerda Noelia López.
Este producto es una fuente de energía energética que si no se consume deberá obtenerse de otro alimento «que tendrá un impacto ambiental mayor».
La clave que nos da la nutricionista se encuentra en el ajuste de las cantidades a las recomendaciones. Además nos lanza una pregunta: ¿estamos seguros de que sabemos cuántos granos de arroz o pasta es una ración?

Además no solo es importante valorar las cantidades en cuanto a consumo sino también en cuanto a desperdicio.
«Hay que pensar que si sumamos los granos de arroz, pasta y quinoa que acabamos tirando en las cocinas de España la cantidad es brutal. Este desperdicio se debe a no haber calculado bien y no es sostenible».
Alerta a la nutricionista de Nestlé.
¿Cómo no desperdiciar la comida?
Para ayudar al medioambiente y ayudar a reducir el desperdicio, Noelia López ofrece una serie de consejos.
- Podemos tomar de referencia un vaso para buscar la cantidad correcta.
- Use utensilios de cocaína para equivocarnos, como las cucharas de olla para espaguetis con el agujero en el centro.
- Usar el saldo de cocaína para mediar la cantica, algo «rápido y eficaz».
Tambien es importante el hecho de cómo almacenamos y conservamos las harinas, las semillas, los granos, las legumbres, etc. para desalojar la aparición de los gorgojos.
«Estos pequeños insectos a veces aparecen en este tipo de productos, por ello es importante mantener la despensa limpia. Hay que eliminar cualquier producto en el que hayan nacido estos pequeños escarabajos; para evitar que invadan la despensa procurar no alvasnar productos cant cant revisar los envases para ver que no están deteriorados”.
aconsejar a la experta.
Curiosidad: ¿tipos de pasta según la calidad de los cereales?
La diferencia está en los moldes que se utilizan para elaborar la pasta. «Si los moldes son de bronce la producción es más cara y la pasta más rugosa y mate, distinta a otros moldes de una cabida inferior», recalca.
«La calidad varia porque la pasta rugosa y el mate absorben mejor la salsa de las recetas, haciendo así de sus platos deliciosos porque están cargados de sabor».
¿Cómo conservar y aprovechar el pan?

Las recetas de aprovechamiento son una buena forma de reducir el desperdicio y aprovechar, por ejemplo, el pan.
Algunas ideas que la especialista nos ofrece es el pan rallado, las torrijas al horno con leche condensada, los picatostes para cremas y sopas, recetas tradicionales como las migas de pastor o sopa de cebolla.
«También se puede ser supervisor y congelar el pan en una bolsa o en un tupper hermético para evitar las típicas quemaduras del frio y que coja olores de otros alimentos«.
recomienda la experta.
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