En su despacho con las paredes cubiertas de fotos de deportistas y frases de motivación que les traduce en las sesiones, el psicólogo deportivo recibe a EFEsalud para hablar de lo importante que es la salud mental y que la psicología se incorpora en la preparación de los deportistas de élite.
“En la psicología del deporte, la salud mental es una preocupación para nosotros desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que muchas veces trabajamos desde el anonimato sin hacerlo público”, dice la psicóloga detrás de ella, en medio de competencias otros cuatro Juegos Olímpicos. .
Formación psicológica, imprescindible
Y es que considera necesario incorporar a la rutina física el entrenamiento psicológico del deportista, para que la preparación sea integral. “Soy un firme defensor a ultranza de la psicología preventiva”, dice Del Río.
Asegura que se habló de músculos, tendones y articulaciones pero no de aspectos psicológicos y emocionales.
“Tienen que entrenar el aspecto técnico, el aspecto táctico, el aspecto físico, el aspecto psicológico. Esas son las cuatro partes básicas del banco, pero el aspecto psicológico afecta a las demás”, dice Del Río.
Hay que tener en cuenta, prosigue el experto, que el hecho de que un deportista pueda dar el cien por cien de su rendimiento está condicionado por aspectos psicológicos «sí o sí». De esta forma, cualquier acción motriz que haga, cualquier decisión que tome está «condicionada por aspectos cognitivos, por aspectos mentales».
De hecho, muchas veces entrenan para una labor de adaptación y prevención más complementaria que la preparación física.
Aunque este aspecto del entrenamiento se ha trabajado durante algún tiempo, la forma de hacerlo está cambiando.
“Un entrenador puede venir y decir ‘oye, creo que este atleta tiene un problema de concentración’. Te llegaban como algo concreto y había que analizarlo y te diste cuenta de que el problema no era la concentración, sino la confianza en uno mismo”, cuenta la psicóloga deportiva.
El deporte no siempre es divertido
De hecho, muchas veces la gente piensa que el deporte es divertido, que es una felicitación, estar en el podio, pero no, “detrás de todo esto hay trabajo, hay presión, hay incertidumbre y frustración, hay sacrificio, hay dolor, hay molestias y también hay que enseñarles a lidiar con este tipo de situaciones siempre y en toda situación”.

Además, no todo el mundo puede seguir el ritmo de la alta competición. Los que llegan a lo más alto tienen talento. Pero Del Río conoce a muchos chicos y chicas talentosos que han perdido, “el clásico que gana todo en Junior y luego desaparece”.
¿Y porqué? porque, quizás, en las categorías inferiores, con talento y capacidad alcanza, pero cuando se pasa a una categoría superior, a la parte profesional, ya no alcanza. Tienes que entrenar.
“Persistencia, persistencia, esa cultura del esfuerzo hay que enseñarla, hay que trabajarla, porque si no, por muy talentoso que seas, si no trabajas nunca llegarás, eso es un hecho. Conozco a mucha gente que no ha logrado sus objetivos, trabajando, con disciplina constante, pero no conozco a nadie que no lo haya logrado si no lo logró”, enfatiza Del Río.

De hecho, prosigue, ningún deportista es consciente de su mejor rendimiento si no está trabajando sus cualidades mentales y en los últimos tiempos los deportistas son más conscientes y trabajan más estos aspectos. Los entrenadores también están mejor preparados, escuchan más.
los enemigos
Durante su carrera deportiva, los atletas tienen que enfrentarse a muchos enemigos y, a veces, los competidores más difíciles de vencer son ellos mismos. Hay que prepararlos para afrontar sus éxitos y derrotas. También para superar su miedo a la lesión, la incertidumbre, la eliminación… hay muchos.
Por eso, cuando se incorpora el entrenamiento psicológico a la rutina deportiva, no solo se busca el rendimiento deportivo, sino también el crecimiento personal, ayudándote a ser persona, a tomar tus decisiones y lo primero que tienes que hacer cuando te decides. llevar. el paso al profesionalismo es que hay que estudiar.
“Se tienen que entrenar porque todos tenemos fecha de caducidad y en este caso es mucho antes porque los deportistas que tienen 30 o 32 años pueden estar retirados desde el punto de vista deportivo”, apunta la psicóloga.
También comenzando desde abajo, muy pocos llegan a la cima, y la mayoría se queda en el camino.
El momento de retirarse
Y cuando llega el momento de retirarse es difícil. “Siempre vamos a los temas de gente que terminó mal o mentalmente o físicamente o tuvo problemas, pero el final de la carrera de un deportista es un drama cuando no está listo para retirarse”, dice un psicólogo del deporte.
Cuando están en la burbuja del éxito, todo el mundo los quiere, los llama, son estrellas. Pero de un día para otro, no tienen nada como eran, por lo que si no están preparados para ello, tienen un problema, la «nada existencial».
Entonces, cuando los atletas llegan por primera vez a su oficina, lo primero que les dice Del Río es: “Ay, tienes un número ahí, tienes una fecha ahí en el brazo, es la fecha de vencimiento, es tu fecha de vencimiento. como atleta”.
La importancia de la formación
Por eso, desde la base, durante doce, trece años, también hay que enseñarles a gestionar su tiempo, para que puedan compatibilizar su preparación con los estudios, para que tengan formación cuando dejen atrás la alta competición.

Del Río da varios ejemplos al respecto. En el Centro de Alto Rendimiento los deportistas tienen «todas las facilidades» y aunque sabe que a estas edades es difícil pensar que será de ellos una vez superados los 30, insiste en que hay que entrenar y disponer de tiempo. él.
“Cuando no renuevan su beca, por ejemplo, ¿qué van a hacer si no tienen capacitación? ve a tu casa a tirar flechas con el arco al blanco, ¿judo? hay que prepararlos para la retirada desde el momento en que empiezan”, apunta la psicóloga deportiva.