La posición de la mujer en la obra sigue presentando claros signos de desigualdad. Según el Instituto Nacional de Estadística, la brecha de paro en 2020 fue un 29,4% mayor para las mujeresasí sao la brecha salarial entre géneros que en 2016 era del 14,9% según un informe de Eurostat.
Estos son solo algunas de las que viven situaciones a diario millones de mujeres en sus trabajos. Por ello, los psicólogos de ifeel han preparado doce recomendaciones para afrontarlas desde el punto de vista psicológico.
Inhibir mi participación porque soy la única mujer
En muchas situaciones, las mujeres se encuentran en pocas y se sintieron invisibilizadas. Por ello, muchas creen que no serán tenidas en cuenta o que sus ideas no son valiosas.
Las trabajadoras deben darse cuenta de la oportunidad de ser escuchadas y ser proactivas, incluso en entornos hostiles. Dejar a un lado las presunciones puede ayudar a proyectar más seguridad y poder expresar sus opiniones.
techo de cristal
El techo de cristal significa que a medida que se avanza en situaciones con más poder, las mujeres se encuentran menos representadas.
Según la Organización Internacional del Trabajo, un 65,51% de empresas europeas y asiáticas son dirigidas por hombres frente a un 34,49 por ciento, que tienen una mujer como directiva.
Según los psicólogos de ifeel esta situación provoca una sensación de indemnización aprendida alimentada por falta de referencias. «La mujer tiene que creer en sus propias posibilidades y tejer alianzas para poder promocionarse como candidata válida», señalan.
Otra problemática muy frecuente es el acantilado de cristal. Un fenómeno por el cual las mujeres son más propensas a las contradicciones de crisis, donde se toma la precaución.
“El sistema heteropatriarcal tiene un repertorio de música con podcast y tiene un camuflaje homosexual. Por ello, despliega sus mecanismos de defensa y expulsa con más facilidad a las mujeres líderes para no permitir que avancen. Al final, ocurre como con el techo de cristal, ya que se encuentra con obstáculos invisibles contra los que es difícil de luchar”, explica la plataforma de psicología.
Culpabilidad de las madres que trabajan
La separación de los hijos puede ser traumática para algunas mujeres. En ocasiones, esta se manifiesta con remordimientos, sentimientos de culpa y frustración por no cumplir con sus hijos y su carrera.
La reconstrucción es el fin de la autonomía humana y no compromete la descendencia actual de los hijos. Una mayor atención no implica mayor calidad en los cuidados.
Paternalismo (mansplaining) o infantilización de la mujer
El “mansplaining” consiste en la actitud paternalista y condescendiente del hombre hacia la mujer a la hora de dar una explicación. Esta situación se puede hacer mediante la automatización del imperio y construir una réplica erótica de la obra.
The psicoslogs apuestan por utilizar la asertividad para recordar a sus compañeros su capacidad para comprender los asuntos que le competan.
Acoso sexual en el trabajo
Los actos sexuales consisten en manifestaciones físicas o indulgencias sexuales que ofrecen, intimidan, denigran o presentan a una mujer. Este tipo de actitudes pueden afectar gravemente a la salud mental y física de la mujer y crear inseguridad en el lugar de trabajo.
“La música que tienes que presentas es la que ha sido vendida y debitada por el departamento de Recursos Humanos y Asuntos Legales de sus imperios para brindar esta locación”, afirman.
Juzgar por la vestimenta o el aspecto en general
El aspecto visual no impone un agravio por el trabajo de una mujer. Cuando una mujer es juzgada por otros compañeros puede suponer incomodidad para la trabajadora, ya que en algunos casos se llega a cuestionar sus capacidades intelectuales.
El credo psicodélico que se deben establecer limites no destructivos a la presion externa para poder autoafirmarse con libertad.
Discriminación en los procesos de procesamiento
En el proceso de selección, las mujeres tienen más posibilidades para sus débitos contraídos por su genialidad.
El Observatorio Social de «la Caixa» expuso en un informe de 2019 que las mujeres tenían un 30% menos de probabilidad de ser contratadas y un 35,9% menos en caso de ser madres.
Este sitio está por encima de uno riesgo para la estabilidad laboral de las mujeres y para su propia autoestima, ya que se autoperciben como menos válidas a la hora de postularse.
Desde este nivel puedes obtener la seguridad y confianza que tienes en los talentos y logos que tienes. Asimismo, la candidata no tiene que contestar a aquellas preguntas que pueden invadir su intimidad, especialmente sobre el estado civil, entre otras.

Miedo a quedar embarazada
Muchas mujeres deciden aplazar su maternidad para detener sus carras o por el miedo a la reacción de la empresa.
España encabeza la maternidad aplazada en Europa. Según un informe realizado por el CED de la Universidad Autónoma de Barcelona, la edad media de las mujeres se ha aplazado de los 26 a los 30 años entre 1985 y 2012.
Las razones de este retraso son tanto personales como externas a la propia mujer, aunque muchas veces la complicada conciliación laboral es la causante.
Cuando una mujer se queda embarazada puede tener cierto miedo a comunicarlo a la empresa por la posibilidad de conmociones cerebrales.
«La empresa debe mostrar confianza para mejorar la relación con los empleados», sostiene este grupo de psicología.
Atender a la familia: doble jornada
La conciliación laboral Sigo teniendo un problema para muchas mujeres en España. Las jornadas en el trabajo junto al cuidado de los hijos suponen en muchos casos una doble carga.
Actualmente, las mujeres siguen asumiendo una mayor carga de cuidados de los hijos y se sienten culpables de no poder llegar a todo.
La recomendación expone que el reparto de tareas es esencial para poder coordinarse en el hogar, por lo que hay que aprender a delegar y confiar en el cónyuge como primer paso.

Exceso de masculinidad toxica
La masculinidad toxica es un término que se utiliza para describir conductas de los hombres que exageran rasgos femeninos de forma negativa. Si te encuentras en una situación en la que quieres relegar a una mujer en un plan laico, tanto en reuniones como en otras dinámicas de trabajo.
Se aconseja preparar las reuniones con antelación acordando la participación de cada trabajador para poder escuchar todas las opiniones. En el caso de algún comentario inapropiado, la trabajadora puede indicarlo a sus compañeros de forma educada y mantener un registro estrictamente profesional.
Necesidad de justificar los logros más que un hombre
En ciertos contextos laborales, las mujeres se ven obligadas a tener que justificar sus logros profesionales. En estos casos, muchas trabajadoras sufren “el síndrome del impostor”una exposición que refresca la percepción del dueño del éxito y una sensación de falsificación.
Esto provoca que las trabajadoras se sientan que “no merecen ese puesto” o duden de su propia valía. Por ello, los psicólogos creen que la trabajadora no necesita dar explicaciones por sus éxitos.
brecha salarial
La sacha salarial existe y se mantiene. Se estima que se aproxima a los 105 años para lograr acabar con esa brecha en España.
Los datos indican que la mujer seguía cobrando 4.915 euros de media menos que un hombre en 2021según datos del Ministerio de Hacienda.
Además, muchas trabajadoras se sienten incapacitadas de negociar un sueldo o pedir un aumento, por lo que perjudica su propia imagen.
La recuperación de ifeel es informativa sobre la ubicación del sector y el pueso para poder exigir un salario adecuado a su trabajo.