La mayoría de las afirmaciones difundidas sobre el vapeo son mitos que no cuentan con respaldo científico. Que el vapeo ayuda a dejar de fumar o que es menos para peligroso la salud son algunas de las mentiras más extendidas sobre los cigarrillos electronicos, cada vez más populares entre la población
El consumo de cigarrillos electrónicos es una costumbre que el 1,6% de la población española sigue de manera habitual. Además, en el último año, el nivel de experimentación del vapeo es superior al 30% en los jóvenes de entre 14 y 18 años de media.
El Grupo de Abordaje al Tabaquismo de dia Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)) ha elaborado un documento en el que exponen diferentes bulos que se han ido difundiendo sobre los cigarrillos electrónicos entre la sociedad, así como las realidades basadas en evidencias científicas.
«Alrededor del vapeo se han extendido afirmaciones con escasa o nula base científica, como que su consumo no es peligroso para la salud, que ayuda a dejar de fumar o que reduce el daño por el tabaco y la nicotina», explica Rodrigo Córdoba, médico de familia y miembro del Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la semFYC.
¿El cigrado electronica ayuda a dejar de fumar?
Según el informe, los cigarrillos electronicos mas que un recurso para dejar de fumar, son una puerta de entrada al tabaco en menores y adultos jovenes.
“Una de las causas del auge del tabaquismo entre los jóvenes es la popularización del vapeo y la pipa de agua”, apunta el experto.
Asimismo, el uso de un cigarrillo electrónico puede generar dependencia a la nicotina.
Así, no existe evidencia científica de que el vapeo pueda servir para dejar de fumar.
¿El vapeo es dañino?
Diversos estudios señalan que el aerosol del cigarrillo electrónico es tóxico y cancerógeno incluido para personas expuestas pasivamente al humo, según semFYC.
De esta manera, los efectos respiratorios y cardiovasculares que provocan el vapeo a corto plazo son similares a los del tabaco.
Las investigaciones muestran que la nicotina, las partículas finas de menos de 2,5 micrones y la acroleína aumentan la riesgo de infarto mi ictus.
Por otro lado, al igual que el tabaco, reduce las defensas del pulmón frente a infecciones bacterianas o víricas.

Tabaco y vapeo, un consumo dual
“Lo más habitual es que los usuarios de cigarrillos electrónicos lleven a cabo un consumo dual”, declaró el doctor Córdoba.
Así, se estima que entre el 60 y el 90% de los usuarios de cigarrillos electrónicos consumidos, además, tabaco tradicional, lo que aumenta el riesgo de efectos dañinos para la salud.
Y es que, la única manera demostrada con evidencia científica de reducir el daño por tabaco y nicotina es dejar de consumirlo por completo.

Estrategias de la industria tabacalera
El médico de familia también señala cómo la industria tabacalera «apuesta por los cigarrillos electronica para mantener la cuenta de resultados, utilizando las mismas tácticas que se empleaban con el cigarrillo tradicional: publicidad en menores, oposición a la normativa y manipulación científica».
En esta misma línea, expone la necesidad de utilizar el término “reducción de daños en tabaco” por parte de estas industrias, porque es falso y además promueve el consumo de este tipo de sustancias.