Las termosexuales calóricas térmicas son una de las consonantes más templadas asocadas en el cambio climático. Se trata de un fenómeno que produce en las personas una sensación de malestar que abarca desde náuseas, fatigas y calambres hasta agotamiento extremo y desmayos conocidos como golpes de calor
Debido al calentamiento global, las olas de calor son cada vez más intensas y duraderas, y se hacen más insoportables en las áreas urbanas, donde la contaminación, el asfalto y la escasez de zonas verdes reducirán a las ciudades en “Islas de Calor” que favorecen el estrés térmico.
Estas altas temperaturas contribuyen al aumento de las patologías directamente relacionadas con la subida de las temperaturas, como los problemas respiratorios y cardíacos o las enfermedades cutáneas relacionadas con un exceso de calor y sudoración.
Teniendo en cuenta que esta situación no parece que vaya a mejorar a corto plazo (las últimas predicciones de la Organización Mundial de Meteorología revelan que existe un 20% de possidades de que a partir de 2024 el aumento de las temperaturas globales superen de media el umbral de 1,5 °C), es imprescindible hacer hincapié en las medidas de prevención.
Estrés térmico: como combatirlo
Meditación de la organización que organiza como Cruz Roja oh la aseguradora de salud cigna ofrecemos estos días de ola de calor ::
1.-Subraya Cigna la eficacia de una deteccion precoz, porque es muy importante que se conozcan los síntomas que producen el estrés térmico para poder detectarlo a tiempo y que la situación no se complique.
Algunos de los síntomas más comunes son la aceleración del pulso cardíaco, la elevación de la temperatura corporal que puede llegar hasta los 42º C, fuertes fatigas, vértigos o mareos, náuseas, malestar general, desorientación o confusión, calambres e interrupciones
Entre las medidas de prevención que apunta Cigna destacan la ampliación de espacios verdes, porque los árboles aportan infinidad de beneficios para las personas y para el entorno como, por ejemplo, la generación de oxígeno que ayuda a regular la temperatura y la lucha contra la humedad la contaminación, la mejora del bienestar emocional y de la salud física, el fomento de la vida al aire libre y una mayor conciencia ambiental en las personas.
2.- Adaptar ritmo y puesto de trabajo. Una de las principales medidas para minimizar el riesgo de sufrir estrés térmico es aclimatar el lugar de trabajo, crear un espacio fresco y con bajos niveles de humedad a través de una buena ventilación o reducir la temperatura del interior.
Asimismo, si el trabajo requiere mucho esfuerzo físico, hay que establecer pausas más frecuentes y buscar lugares frescos para descansar, llevar ropa cómoda, suelta y de colores claros, así como adaptar el ritmo de trabajo a la tolerancia que alada cada.
3.- Vigilar el agotamiento físico y mental. En general, el calor afecta negativamente al cerebro y hace que funcione peor, provocando un estado de aletargamiento y cansancio constante debido al sobreesfuerzo de este órgano para autorregular la temperatura corporal.
El resto del cuerpo también ve ralentizada cualquier tipo de respuesta. Cubrir la cabeza con un sombrero, pañuelo o gorra para evitar una exposición directa al sol o mantenerse correctamente hidratado, y beber agua con frecuencia, es fundamental para evitar los golpes de calor producidos por las altas temperaturas.
Los expertos recomiendan beber un vaso de agua fresca (12ºC) cada 15-20 minutosaunque no se tenga sed, y en pequeñas cantidades.
4.- Comidas ligeras y fáciles de digerir. También recuerda Cigna que la alimentación es esencial en cualquier momento del año y, especialmente, en épocas de mucho calor.
En el caso del verano, es muy importante tomar alimentos que sean ricos en agua como las verduras y la fruta ya que son nutritivas, sanas y refrescantes.
Se recomienda reducir el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas, ya que aportan nutrientes vacíos y contribuyen a la deshidratación del cuerpo.
5.- Dormir bien para vivir mejor. Lo ideal para tener un sonido de gamuza sólido y saludable es dormir entre 7 y 9 horas, donde se transforma en una mayor productividad y concentración, y una mayor parte del sistema de inmunización.
Cuando el termómetro se dispare, lo aconsejable es usar ropa de cama ligera, evitar el consumo de cafeína y el ejercicio físico en las horas previas al sueño o probar con una ducha de agua templada.
Un buen descanso ayuda al cerebro a tener un correcto funcionamiento ya no trabajar en exceso.
6.- Organiza tus actividades en la calle, el campo…Desde Cruz Roja y de cara al estrés térmico se refiere a la importancia de centralizar las actividades en el exterior durante las primeras o últimas horas del día, y evitar, por tanto, salir y realizar actividades extenuantes las horas más calurosas del día.
Si tienes que permanecer en exteriores: procura permanecer a la sombra o lejos del calor; usa la ropa, complementos (sombrero, gafas de sol, etc.) y el calzado mejorado para el calor, aplica protección solar adecuada a tu piel (incluyendo labial) previo a la (30 minutos antes de salir de casa) y renuévala periódica ; bebe agua periódica; ven ligero; refréscate la cabeza…
7.- También recuerdan que al salir de viaje: No dejes a niñas, niños, personas mayores ni animales en vehículos estacionados. Viaja con el aire acondicionado o abre las ventanas.
Con la ayuda de cambios templados que producirán una pequeña cantidad de sal. Hidratar abundantemente durante el invierno.
8.- Ante problemas de salud: Consulta con tu médica o médico de referencia acerca de las medidas suplementarias a adoptar si padece alguna enfermedad de riesgo. Sigue tomando tus medicamentos. Sin automedicas.
Cruz Roja aconsejar que se mantenga el contacto con las personas consideradas más vulnerables (llamadas o visitas) para poder valorar su situación concreta y prevenir efectos graves de las altas temperaturas.