expertos de la Asociación Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) y de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) consultar con EFEsalud sobre alternativas a los edulcorantes, destacando que la principal conclusión de la declaración de OMS es decir, no existen edulcorantes que hayan ayudado a mejorar la lucha contra la obesidad y el sobrepeso.
Dulces, recuerda coordinador del Área de Nutrición de la SEEN, Francisco Botellason sustitutos del azúcar, que pueden «confundir» los receptores nerviosos de las papilas gustativas de la lengua y transmitir la sensación de sabor dulce al cerebro.
“Indirectamente, se ha encontrado una asociación (que no quiere decir una relación causa-efecto) con una mayor incidencia de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, por lo que desde el “principio de precaución” la OMS recomienda abandonarlo progresivamente”, señala. un coordinador del Área de Nutrición de la SEEN, Francisco Botella.
De la misma opinión Patricia Vilca, dietista-nutricionista, miembro del grupo de trabajo de Dietoterapia en Obesidad de Seedoque destaca que la conclusión de la OMS es desaconsejar el consumo de edulcorantes para el control de peso, ya que no es efectivo a largo plazo, y para la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.
Lo que dice la OMS
La OMS subrayó el pasado lunes que sustituir los azúcares libres -refinados y naturales presentes en la fruta, la miel y los humanos- por edulcorantes «no ofrece ningún beneficio a largo plazo para reducir la grasa corporal en adultos o niños».
Y entre los productos específicos a desalentar está el acesulfamo k, aspartamo, ventaja, ciclamato, neotamo, sacarina, sucralosaasí como el stevia y sus derivados.
Según la OMS, pueden tener efectos no deseados si se usan durante mucho tiempo, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.
La recomendación de la OMS se aplica a todos, excepto para aquellos que ya tienen diabetes.
Prudencia
Botella apunta que no hay evidencias de que los edulcorantes provoquen enfermedades concretas, pero sí asociaciones estadísticas que hacen necesario seguir estudiando y profundizando en sus efectos.
“Las asociaciones estadísticas encontradas, junto con varios estudios que muestran cambios en la microbiota intestinal, hacen que la OMS, por precaución, desaconseje su uso”, explica.
En todo caso, señala Vilca, los edulcorantes no se consideran alimentos y carecen de valor nutricional, y las pautas de la OMS no se basan en evaluaciones toxicológicas de la seguridad de los edulcorantes sin azúcar individuales «y no tienen la intención de actualizar o reemplazar la orientación sobre niveles de ingesta máximos o seguros establecidos por organismos autorizados».
Por ello, el experto también pide prudencia en términos generales sobre si los edulcorantes son la causa o una asociación, “ya que cuando se hacen estudios epidemiológicos pueden intervenir otros factores, es decir, el grupo de personas estudiadas que consumen edulcorantes”. , pueden no comer sano y/o no hacer actividad física”.
¿Dónde los encontramos?
Casi todos «si no todos» los productos cuyas etiquetas puedes leer suelen contener edulcorantes «Sin azúcar» o las famosas «luces». “y eso es solo un aumento del consumo”, explica el experto Seedo.
Ejemplos donde los podemos encontrar, según el experto: cereales, galletas, postres lácteos, bollería, bebidas, helados… Por eso, a la hora de comprar alimentos, «es importante leer las etiquetas».
Los expertos también coinciden en que la polémica en torno a los edulcorantes no es nueva, y para Botella tiene «mucho que ver con intereses comerciales y políticos, respecto al mercado del azúcar y los alimentos procesados en el que existe».
Y Vilca enfatizó que la industria alimentaria «contribuyó» a que el uso de edulcorantes «está presente en muchas preparaciones de alimentos, así como de forma gratuita, pero el problema es como todo cómo, cuánto y con qué frecuencia lo comemos».
Sí dulce, pero no todos los días.
Sobre este tema, la experta destaca que cuando quieres comer un dulce, “no es que no puedas permitírtelo, sino que tienes que saber que puede ser parte de tu dieta, pero no todos los días”.
Y en cuanto a la pérdida de peso, los expertos señalan que se cree erróneamente que sustituir las cucharadas de azúcar del té o el café por edulcorantes tendrá un efecto positivo “pero lo que se consigue es seguir con su consumo”.
“No vale ir a una cafetería y tomar un café para pedir sacarina y una croissant”, dice con abundancia Vilca.

Alternativas saludables a los edulcorantes
Llegados a este punto, ¿cuáles son las alternativas a comer edulcorantes? Para Botella esto supondría la ingesta de alimentos dulces como determinadas frutas o verduras, y la recomendación de reducir progresivamente el uso de azúcares añadidos y edulcorantes “para que el organismo se acostumbre a prescindir de ellos”.
“Lo que tenemos que hacer es pensar y poner en práctica que una dieta saludable debe basarse en el consumo de productos vegetales frescos, es decir, frutas, verduras, legumbres, grasas de buena calidad como el aceite de oliva virgen extra y frutos secos. como proteínas sin procesar como carne, pescado, huevos o lácteos”, añade Vilca.

Otras formas de reducir el consumo de azúcares libres y no solo reemplazarlos son una cuestión de consideración. “Es hora de que comamos con más naturalidad, debemos reeducar nuestro paladar”, afirma este experto.
En ese sentido, menciona que le llama la atención cuando va a una verdulería y le pide consejo sobre cómo está el melón, por ejemplo. “La respuesta que recibo es: ‘es muy bueno, es dulce’. Quiero decir, ¿es bueno porque es dulce? ¿Y dónde está el sabor natural de la comida?”, dice.
Por tanto, las recomendaciones generales son reducir el consumo de azúcares libres, que conocemos como aquellos que no forman parte de la matriz alimentaria hortofrutícola. Así que los edulcorantes a la larga “no solucionan” ni alternativas al alto consumo de azúcar.