El Abecedario de la Psicología de Sergio García Soriano alcanza la letra wy analiza los efectos que puede provocar el uso de una aplicación tan popular, utilidad y conocida como whatsapp
Fotografía de la aplicación de WhatsApp en un celular. EFE/ Marcelo Sayão ARCHIVO[ARCHIVO]
En este artículo analizamos WhatsApp desde la psicología.
La aparición de los primeros teléfonos móviles a finales del siglo XX fue un hito que cambió la manera de relacionarnos.
Se podía entablar conversaciones con personas que vivían en otros países o se podía hablar con los seres queridos durante el mismo día aunque se estuviese lejos.
Y se acabaron terminales grandes que parécian ladrillos a la aparición de teléfonos más pequeños y ligeros.
Asimismo, el siglo XXI propició la aparición de las redes sociales, las apps y la mensajería instantánea y gratuita donde se registra WhatsApp.
Sin embargo, es paradójico que aquello que nos conecta con los que están en otras latitudes, nos aleje en ocasiones de las relaciones que están más cerca. .
El whatsapp, que se ha convertido en indispensable en algunos continentes debido a su rapidez, puede generar o fomentar una dependencia por tener información de la pareja, en concreto el doble check azul sobre la ultima conexión.
Y esta información puede producir discusiones con las parejas o los amigos. Al mismo tiempo que puede acrecentar ciertos rasgos paranoicos de la personalidad.
Enamoramiento, psicología y whatsapp
En la etapa de enamoramiento este sistema viene a reforzador los lazos de unión entre la pareja.
Sin embargo, más adelante, en las fases de compromiso donde lo pasional ha perdido fuerza puede convertirse en un sistema de control capáz de generar malestar y dependencia en una o en las dos partes de la pareja.
Puede producir malestar la expectativa creada por nosotros cuando la otra persona está en línea pero no da señales de vida, escribiendo o leyéndonos en los lapsos habituales o que nosotros pensamos que son los «normativos».
Este tipo de actuaciones puede generar sospecha de engaño, celos o pensar que estamos siendo tratados injustamente y esto probablemente provocará una menor concentración en la actividad que estamos desarrollando.
En el uso del whatsapp se pueden dar situaciones pasivo-agresivas que oscilan desde el acoso hasta la desconexión y el no tener las variables de lo presentional con el tono o los sistemas del paralenguaje que dan sentido al contenido del mensaje pueden ser fuentes de malentendidos.
Por ello, estar hiperconectado con nuestras relaciones exclusivas con whatsapp no es el canal más efectivo para apreciar la complicidad de los mensajes que queremos recibir y generar.
