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Implementará un nuevo programa de recompra de acciones propias para este año y reducción de capital
MADRID, 16 de febrero. (PRENSA EUROPA) –
Repsol obtuvo un resultado neto de 4.251 millones de euros en 2022, lo que supone un aumento del 70% respecto al año anterior, en un ejercicio marcado por la incertidumbre, la volatilidad y la compleja dinámica de los mercados, derivada de la invasión de Ucrania, según ha informado la compañía, que ha destacado que el modelo de negocio integrado y el Plan Estratégico 2021-2025 fueron «fundamentales» para lograr un pemfogo positivo.
A pesar de ello, los beneficios anotados en 2021 y 2022 (6.750 millones de euros) no permiten compensar las pérdidas de los años 2019 y 2020 (7.105 millones de euros).
La compañía prevé destinar este año una inversión orgánica histórica de más de 5.000 millones de euros para potenciar su perfil multienergético. El 35% de estas inversiones se asignarán a proyectos bajos en carbono, lo que refuerza, según el grupo, su carácter transformador.
En 2022, Repsol invirtió 4.182 millones de euros para avanzar en su transformación, un 40% más que el año anterior, principalmente en la Península Ibérica y Estados Unidos. En concreto, la compañía invirtió en España 1.400 millones de euros durante el año.
Asimismo, la situación del negocio industrial, fruto de la regulación europea, llevó a la compañía a realizar nuevos ajustes por el deterioro del valor contable de sus activos, principalmente, de sus refinerías, cuya rentabilidad y competitividad a largo plazo se vería impactada ya sea o no corrigen aspectos que están lastrando al sector en Europa, como la inseguridad del entorno de negocio y la presión regulatoria y fiscal.
Estas provisiones suponen la mayor parte de los resultados específicos del periodo, que se sitúan en -2.485 millones de euros.
“Los precios de la energía suben porque sube la demanda, mientras que, contrario a lo que dictaría la lógica, imponen dificultades en la producción de algunos productos energéticos. Decisiones incorrectas adoptadas en Europa”, ha destacado el consejero delegado de Repsol, Jos Jon Imaz .
«Considerar extraordinario un beneficio que se obtenga de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de justo, incomprensible y perjudicial para la economía española», destacó.
Según ha indicado, el debate social sobre los beneficios empresariales hay que ponerlo en contexto.
“Los mensajes populistas solo sirven para entorpecer la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación fiscal y poner en riesgo el empleo industrial. Frente a estos mensajes, Repsol apuesta por un camino de responsabilidad con la sociedad”, ha señalado.
La compañía también destacó que la actividad desarrollada en 2022 derivó la mayor contribución fiscal de su historia, 17.000 millones de euros, de los que el 70% se pagó en España (12.000 millones).
EL INCREMENTO DE LA RETRIBUCIÓN BENEFICIARA A MAYOR DE 520.000 INVERSORES
Además, Repsol anunció un aumento del 11% en la retribución efectiva a sus accionistas en 2023 y llevó a cabo la amortización de 200 millones de acciones, lo que beneficia a más de 520.000 inversores, la gran mayoría minoritarios y ubicados en España.
En términos concretos, la retribución efectiva aumentará un 11% en 2023, hasta 0,70 euros brutos por acción, lo que permitirá avanzar en el objetivo previsto en el Plan Estratégico para el año 2024.
Para ello, se incrementó hasta 0,35 euros brutos por acción el pago en efectivo distribuido a los accionistas el pasado mes de enero, a lo que se sumará un pago complementario de otros 0,35 euros brutos por acción tras su aprobación por parte de la junta general ordinaria de accionistas de este año.
Adicionalmente, Repsol anticipó en tres años su objetivo de recompra y amortización de acciones, al alcanzar a finales de 2022 los 200 millones de títulos amortizados, cantidad inicialmente prevista para todo el periodo 2021-2025.
Para 2023, Repsol pondrá en marcha un nuevo programa de recompra de acciones propias y de reducción de capital.
Así, el consejo de administración ha acordado poner en marcha en 2023 un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de títulos y proponer a la próxima junta general una reducción de capital mediante la amortización de 50 millones de acciones propias.
La deuda neta se redujo un 61% durante 2022, alcanzando los 2.256 millones de euros. La liquidez se incrementó hasta 12.022 millones de euros, suficiente para cubrir cuatro veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
Por otro lado, para ayudar a los clientes en un contexto inflacionista, Repsol destinó más de 500 millones de euros a descuentos adicionales en los combustibles en sus estaciones de servicio en España.
Asimismo, Repsol realizó en 2022 un esfuerzo adicional para garantizar el suministro en España, en un contexto de tensión en los mercados internacionales, y alcanzó el destino de más de 2.000 millones de euros para incrementar sus inventarios.
“Somos conscientes de nuestro trabajo como un servicio esencial para la sociedad. Para nosotros siempre es prioritario cumplir con esta responsabilidad, que surge con la mayor importancia, si cabe, en momentos difíciles como los que hemos vivido en los últimos años. En 2022, nos esforzamos por garantizar el suministro, reducir el impacto de la crisis energética en nuestros clientes e invertir en el futuro industrial de España, mientras seguimos reforzando nuestro perfil como empresa multienergética y avanzando en la descarbonización”, el representante ha destacado el representante de Repsol.