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El Banco de España prevé una nueva revisión al alza del PIB en 2023, cercana al 2%


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Archivo – Fachada del edificio del Banco de España situado en la intersección del Paseo del Prado y la Calle de Alcalá en Madrid. – Eduardo Parra – Europa Press – Archivo

La retirada de las medidas anticrisis contribuirá negativamente al crecimiento del PIB en casi 0,6 puntos porcentuales en 2024.

MADRID, 10 de mayo. (PRENSA EUROPA) –

El Banco de España espera una nueva revisión al alza de sus previsiones para el Producto Interior Bruto (PIB) de España en 2023 desde el 1,6% estimado en marzo hasta cerca del 2%, por el mejor comportamiento de la economía en la primera parte del año a pesar del entorno de incertidumbre internacional.

Cuando se publicó este miércoles el ‘Informe Anual 2022’, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, indicó que la actividad económica en España es más resiliente de lo que inicialmente se pensaba, y en los meses a partir de 2023. parece haber signos de renovado dinamismo.

La nueva previsible revisión al alza del PIB en 2023 por parte del Banco de España hasta el entorno del 2% estaría cerca de las estimaciones que mantiene el Gobierno en el Programa de Estabilización 2023-2026 enviado a Bruselas hace unas semanas, donde se prevé que habrá ser crecimiento. la economía este año en un 2,1%.

Según el Banco de España, el aumento de la tasa de crecimiento del PIB, entre otros factores, contribuirá a la esperada reducción de las presiones inflacionarias –y consecuente recuperación de la confianza y de los ingresos reales de los agentes–, la cancelación de las presiones inflacionarias. interrupciones en las cadenas productivas globales y el despliegue de fondos vinculados al programa Next Generation EU (NGEU).

Las previsiones de evolución de la actividad del Banco de España en el periodo 2023-2025 auguran un cierre gradual de la brecha
después de la pandemia entre el PIB de España y el PIB de la eurozona. Si tomamos como referencia el momento anterior al inicio de la pandemia, el nivel del PIB real en España sigue siendo un 0,2% inferior al observado en ese momento, mientras que en la eurozona está un 2,5% por encima.

En cualquier caso, la agencia advierte que la incertidumbre es alta y persistente, y que existen riesgos que conducen a escenarios menos positivos. Entre las principales fuentes de incertidumbre, se encuentra la posibilidad de un nuevo episodio de inestabilidad geopolítica global, posiblemente acompañado de nuevas alzas en los precios de la energía.

También existe una incertidumbre importante sobre el ritmo de descenso de la inflación no energética, que dependerá de factores como la fortaleza de la demanda, la aparición de efectos significativos de segunda ronda sobre la inflación a través de márgenes o salarios, y el grado de inflación requerido. política monetaria, cuyo impacto sobre la vulnerabilidad financiera de familias y empresas, sobre sus decisiones de consumo e inversión, y sobre la demanda agregada en su conjunto es también muy incierto.

Las tensiones financieras que podrían derivarse del proceso -muy rápido, intenso y sincronizado a escala global- son otra fuente de incertidumbre sobre el endurecimiento de la política monetaria, especialmente tras las turbulencias financieras observadas el pasado mes de marzo.

Además, a nivel interno, aún existen incertidumbres sobre la potencial contribución al consumo privado del ahorro acumulado por los hogares durante la pandemia, y sobre la velocidad de finalización de los proyectos relacionados con el programa NGEU y su potencial para el crecimiento esperado de la economía. aumentar

ELLA ESPERA QUE LA INFLACIÓN NO ENERGÉTICA SEA MÍNIMA

Tras un periodo de intensas presiones inflacionarias y de moderación del boom energético, el Banco de España espera una desaceleración gradual de la inflación no energética en el horizonte temporal 2023-2025. Eso sí, desde la agencia prometen evaluar el posible impacto de la sequía que atraviesa el país en estos momentos sobre los precios.

Sin embargo, las previsiones de moderación de estos precios se basan en la desaparición de las distorsiones remanentes en las cadenas de suministro globales, en el impacto gradual del endurecimiento de la política monetaria sobre la demanda, en un cambio gradual de las recientes reducciones de los costos de la energía a los precios de otros bienes y servicios, y los efectos de la apreciación del euro desde el pasado otoño.

Esta moderación no impidió la caída del poder adquisitivo de la renta familiar y el aumento de la
Las tasas de interés limitaron el pago anticipado del consumo privado. Además, el organismo estima que casi el 45% de los ahorros extraordinarios acumulados durante la pandemia se mantienen en depósitos bancarios, pero consideran que es poco probable que estos recursos contribuyan significativamente al consumo.

EL EFECTO DE LAS MEDIDAS DE APOYO AL ALZA A LA INFLACIÓN

En este informe, el Banco de España ha estimado el impacto de las medidas de apoyo frente al aumento de la inflación y la crisis energética. Si solo se consideran las actividades con impacto presupuestario directo, la mayor parte de ese costo se concentra en los años 2022 y 2023 (1,4% y 0,9% del PIB, respectivamente). Para el conjunto del periodo 2021-2025, el impacto presupuestario estimado se sitúa entre el 2,5% y el 2,9% del PIB.

Si se analiza la contribución de estas actividades al crecimiento del PIB, el impacto sería de 0,2 puntos porcentuales, 1,1 puntos y 0,1 puntos en 2021, 2022 y 2023, respectivamente. Según la información ahora disponible, la mayoría de las medidas se retirarán en 2023 y 2024, lo que resultará en una contribución negativa de casi 0,6 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento del PIB en 2024.

En términos de inflación, las diferentes acciones públicas utilizadas supondrían una reducción de 0,8 puntos porcentuales y 2,3 puntos en la tasa de crecimiento del ICPT en 2021 y 2022, respectivamente. Sin embargo, como se esperaba debido a su carácter transitorio, una retirada gradual en 2023 y 2024 aumentaría la tasa de variación de los precios al consumidor en 0,3 puntos y 1,6 puntos, respectivamente, durante los años que.

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