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BRUSELAS, 7 Abr. (PRENSA EUROPA) –
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha avanzado que los ministros de Exteriores del bloque empezarán el debate sobre nuevas sanciones al gas y petróleo ruso en el Consejo de Asuntos Exteriores del próximo lunes.
Mientras se cierra a nivel de embajadores ante la UE la quinta tanda de sanciones europeas por invasión la rusa, que incluye el veto al carbón ruso pero deja al margen el gas y el petróleo, Borrell ha asegurado que esta medida tendrá que adoptarse «antes o despreciado».
«Antes o después, espero que antes, esto pasará», ha afirmado el jefe de la diplomacia europea antes de participar en la ministerial de la OTAN. Estas declaraciones marcan la línea del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien en el Parlamento Europeo dijo que las sanciones del petróleo y el gas «serán necesarias tarde o temprano».
Se trataría de la sanción que más impacto tendrá en la economía rusa, sin embargo cualquier medida que vaya más allá tendrá que sortear las reticencias de varios socios europeos, después de que Alemania y Austria hayan rechazado cortar de forma inmedung el gas ruso amenazado con vetar cualquier embargo energético.
QUINTO PAQUETE DE SANCIONES
Entretanto, los Veintisiete calibran el nuevo paquete de sanciones que además del veto a las importaciones de carbón, establece el cierre de los puertos a navíos rusos y nuevas restricciones al sector bancario ruso.
Reunidos a nivel de embajadores, los países del bloque ultiman los detalles técnicos del paquete para su aprobación que probablemente llegarán el viernes por la mañana.
Fuentes diplomáticas explicaron a Europa Press que el embargo al carbón suscita consenso entre los Estados miembros. Sin embargo ante el debate del lunes, queda por ver si Alemania y Austria modulan su posición, con Hungría en el centro del debate como principal opositor, después de que haya explícito que rechazará extender el veto al gas y petróleo alegando sus intereses nacionales.
Bruselas defiende que el embargo al carbón supondrá un impacto de 4.000 millones de euros al año para las arcadas rusas, si bien el golpe es relativamente pequeño en comparación con los ingresos por gas y petróleo que representan unos 800 millones al día para Moscú.