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El amor requiere deseo, amistad y cuidado por la otra persona.

Walter Riso acaba de publicar su libro «Después de tanto quererte, me olvidé de mí» (Planeta/Zenith), en el que ofrece diversas lecciones sobre las relaciones afectivas, cómo cultivar el amor propio y las claves para construir una relación sana. también explica en una entrevista con EFEsalud.

Y es que el amor no siempre es lo que esperamos, a veces nos acostumbramos a dar pero no a recibir, a veces nuestra pareja no es la indicada por mucho que lo intentemos y, en otros casos, comportamientos que acaban envenenando la relación. forma.

Doctora en psicología y especialista en terapia cognitiva, Riso insiste en que “el amor sano fluye, va y viene, uno siente y ve el cariño del otro y viceversa”.

¿El amor realmente sucedió?

Según Riso, el una relación feroz aparentemente se están liberando en términos de lo tradicional pero, sin embargo, la indicadores de dependencia emocional siguen siendo los mismos, “lleva tiempo”.

El porcentaje de personas que acuden a terapia por problemas amorosos es de uno 30%. Infidelidades, duelos, celos… Sea como sea, las relaciones siguen estando en el ojo del huracán.

En este sentido, la psicóloga sugiere que “la influencia de la pornografía es muy influyente, ya que refleja una idea distorsionada del sexo”.

Y apunta al amor como problema de atencion al publicoya que a pesar de que ciertos roles están cambiando, todavía no hay cambios muy radicales.

¿Cómo afectan las redes sociales al amor?

Las redes sociales también juegan un papel importante en el amor, sobre todo para los jóvenes, que son los principales usuarios.

Saber dónde está tu pareja o con quién ha dado lugar a conductas más controladoras, “aunque siempre ha estado ahí el hombre o la mujer controladora. Antes contrataban a un detective, ahora le dan un smartphone, es mucho más fácil”, explicó a EFEsalud el especialista.

EFE/Alejandro Bolívar

El autor recuerda que el problema es que todavía confundimos los celos con el amor y la cultura sigue fomentando la idea de que si no hay sufrimiento no hay amor.

“Promovemos un paradigma distorsionado que confunde el amor con el enamoramiento o, lo que es lo mismo, con el sentimiento de posesión, el apego, la hipomanía y la obsesión que acompaña a este último”, aclara.

Hay personas para las que es mejor no enamorarse

“Si tu media naranja actúa como si tu deber se basara exclusivamente en ella, si tu amor es un estilo autorreferencial, si tu malestar no le duele y, además, no sabe leer tus sentimientos, entonces eres . con la persona equivocada, sin importar cuánto lo ame. No tienes que ser el satélite de nadie”, dice Riso.

Las relaciones deben ser equilibradas, el amor debe fluir y nutrirse a través del intercambio de afecto.

En esta misma línea, la psicóloga declara que hay personas para las que es mejor no enamorarse o, si lo hacemos, escapar cuanto antes.

Entre ellos, destaca cinco estilos afectivos nocivos presente: el inmaduro/emocionalél controlado/poseídoél ermitaño/ermitañoél narcisista y el pasivo agresivo.

Cada uno de ellos consta de estilos afectivos. comportamientos manipuladores y tóxicos lo que acaba anulando su ser y reafirmando sus propias ilusiones.

Pero no es nada nuevo, para Riso el relacion toxica siempre están ahí, lo único que ha cambiado es que antes estaban escondidas y ahora emergen, así que lo más importante es aprender a reconocer cuando tenemos una mala relación y poder afrontarla.

“El amor y el amor es la condición básica y no se puede discutir con ningún amor democrático”, dice.

El «amor romántico», cliché

La creencia de que el amor verdadero no espera nada a cambio, que hemos encontrado a nuestra alma gemela o que no podemos vivir sin la otra persona, son ideas irracionales que en gran medida son promovidas por los medios audiovisuales y la música.

“Han creado un imaginario en torno al amor romántico que genera mucho malestar, como ese amor para toda la vida y, depende, todo depende”, enfatiza la autora.

Y muchas veces los comportamientos se romantizan como si fueran lo único que hacen. debilitar el amor propio y alimentar el apego afectivo.

“La dependencia es apego, adicción emocional y la adicción corrompe”, dice. es una forma de adiccion que es la droga de la pareja que amas.

Pensar que no seremos capaces de ser felices sin la otra persona, no poder renunciar a la relación o tener un miedo irracional a la pérdida, que las conductas dependientes son claras lo único que hacen es producir ansiedad, sufrimiento, celos y repudio. nuestro. autoconfianza.en.sí mismos.

El experto señala que la cultura promueve, directa o indirectamente, la dependencia afectiva y el miedo a la soledad, ya que “estar afectivamente solo o sola se ve como un fracaso”, y ese es uno de los grandes problemas que no nos enseñan. estar solo.

“A los niños se les debe enseñar desde una edad temprana cómo manejar su soledad, amar sin lastimar y no aceptar el dolor. Hay que enseñar a quererse a uno mismo”, subraya.

«Tengo que amarme para amarte»

él amor propio El principio básico es poder amar a alguien, al menos de la manera correcta. El primer paso es darte cuenta de que no eres menos que la otra persona y que no debes ocupar el segundo lugar en la relación por ningún motivo.

“No te pongas detrás ni delante de nadie, sino al lado de él, como un igual”, enfatizó.

Cultivar el amor propio es limitante cuando empiezas a olvidarte de ti mismo; no aceptar lo inaceptable; no justificar conductas o conductas que te lastimen; y sobre todo, no te anules como persona. Él es un acto de autoafirmación y dignidadde libertad.

Walter Riso amor relación pareja
EFE/Javier Cebollada

La reciprocidad, la clave para construir una relación sana

«El amor es un animal de diez patas, pero si una pierna no funciona, no puede caminar», dice.

De esta forma, Walter Riso menciona la diez llaves para construir una sana relación amorosa y laboral: deseo, confianza básica, respeto, admiración, reciprocidad, territorialidad, humor, cosmovisión, desencuentros amistosos, sensibilidad y entrega.

Pero, sobre todo, apunta a la reciprocidad como lo más importante, “yo te doy y tú me das, te amo y me amo, te cuido y me cuido”.

“En general, el amor requiere eros (deseo), filia (amistad) y que tu dolor me duela (cuidar a la otra persona)”, concluye el autor.

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