Es fundamental actuar con rapidez y precisión ante una crisis epiléptica para dar un mejor pronóstico a los pacientes, por lo que los expertos recomiendan la implantación de un “Código de Crisis”, similar al “Código Ictus”. Además, la sensibilidad de las pruebas diagnósticas es mayor en las primeras horas después de un episodio.
Exposición «Cerebro(s)» en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). EFE/ Enric Fontcuberta
Una crisis epiléptica es un episodio neurológico que genera una actividad eléctrica excesiva de las neuronas cerebrales. el lo explica coordinador del grupo de estudio de epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Juan José PozaEn ocasión de dia nacional de esta enfermedadhoy 24 de mayo.
Tipos de ataques epilépticos
Dependiendo de la parte del cerebro afectada por esta actividad eléctrica excesiva, las convulsiones pueden presentarse de diferentes maneras. De hecho, según la doctora Poza, existen más de 30 tipos clasificados que pueden ir desde cambios breves en el movimiento, la memoria, los sentidos, hasta el nivel de conciencia con “disociación del entorno, contracturas musculares o convulsiones prolongadas y severas”.
Sin embargo, prosigue el experto, existen básicamente dos tipos: generalizadas, que son las que afectan a toda la corteza cerebral, y parciales o focales, relacionadas con un grupo específico de neuronas cerebrales.
Según la SEN, Más de 400.000 personas en España padecen epilepsiaque es algo 100.000 son niños. De hecho, es el trastorno neurológico más común en niños y la tercera enfermedad neurológica más prevalente.
Retraso en el diagnóstico
Los expertos lamentan la desigualdad de acceso a las técnicas de diagnóstico según el territorio. Esto, unido a que las crisis epilépticas pueden pasar desapercibidas hasta en un 25% de los casos, por los pacientes y familiares e incluso por el personal sanitario, “es un diagnóstico difícil en ocasiones”.
En este sentido, la RSO indica que el retraso en el diagnóstico puede llegar a tardar hasta diez años.
“Tienes que recordar que una convulsión no significa que tengas epilepsia. Hasta un 10% de la población tendrá una convulsión a lo largo de su vida, pero solo un 3% sufrirá epilepsia”, apunta Juan José Poza.

Por todo ello, los expertos insisten en la necesidad de realizar pruebas diagnósticas a todos los pacientes con sospecha de padecer este trastorno. Y eso es, principalmente, con un largo seguimiento video-EEG (electroencefalograma), como primer paso para un correcto tratamiento.
armas terapeuticas
Y es que en los últimos años han aumentado considerablemente las armas terapéuticas contra la enfermedad. Pero no es sólo la cantidad de fármacos antiepilépticos disponibles, lo que ha permitido que casi el 70% de los pacientes con epilepsia controlen sus crisis. Además, el 5% puede beneficiarse del tratamiento quirúrgico.
Sin embargo, el 30% de los pacientes son resistentes a los medicamentos. Esto significa que «su calidad de vida estará en gran riesgo».
El 50% de los afectados están «estigmatizados», según la RSO. Con una esperanza de vida respecto al resto de la población que se reduce entre dos y diez años. Y con una tasa de mortalidad que puede incluso triplicarse.
Las convulsiones son una causa común en la sala de emergencias y representan del 1% al 3% del total de ingresos hospitalarios anuales. No debemos olvidar que la segunda causa de atención neurológica en Urgencias es tras un ictus.
La velocidad es clave
“Por ello, desde la SEN venimos trabajando desde hace muchos años con el objetivo de implantar en todo el territorio nacional ‘Código de crisis’como el ‘Código Ictus’”, dice el Dr. Poza.
él «Código de trazo» Fue diseñado con el objetivo de identificar, informar y trasladar a los pacientes con ictus a los servicios de emergencia lo antes posible. Si un neurólogo ve a un paciente que sufre un accidente cerebrovascular en las primeras horas, la probabilidad de muerte o discapacidad grave se reduce a la mitad.
En el caso de las crisis epilépticas agudas, el manejo de la enfermedad requiere una actuación diagnóstico-terapéutica “precoz y precisa” por parte de personal sanitario con experiencia en el manejo de la enfermedad.
Y el hecho de que la epilepsia es una «enfermedad dependiente del tiempo». Esto significa que los pacientes tendrán mejor pronóstico cuanto antes se trate su crisis y “porque la sensibilidad de las pruebas diagnósticas, como el EEG, es mayor en las primeras horas tras la crisis”, enfatizó el neurólogo.
La SEN ignora que los ingresos de crisis tienen “morbimortalidad material”. Esto se debe a que puede ser consecuencia directa de alguna causa potencialmente grave (como un traumatismo, un accidente cerebrovascular, entre otros) o de complicaciones como el estado epiléptico.
Desde allí el sen para sostener que «el estado epiléptico es una emergencia neurológica». Representa aproximadamente el 10% de las crisis epilépticas agudas y se asocia con una mortalidad a corto plazo del 20%.